¿Qué es el sadomasoquismo?

Son personas que sienten placer en la dominación del otro, ejerciendo poder  y, por tanto, control sobre ellas. Con esta conducta no intenta destruir a la otra persona, sino mantenerla a su lado mediante su dominación.

La principal diferencia con el sadismo es que cuando hablamos de sadomasoquismo nos referimos a sadismo sexual, mientras que cuando hablamos de sadismo nos referimos a una personalidad con un patrón de conducta cruel, agresiva y humillante a lo largo de tiempo de manera consistente independientemente de la situación.

En definitiva, el sadomasoquismo estaría dentro del sadismo cuando estamos hablando de sexualidad. En este caso, el sadismo es un característica que podemos encontrar en muchos psicópatas.

Actualmente, no está claro cuál es el origen o causa exacta del sadismo. Sin embargo, como trastorno de personalidad sí se sabe que hay componentes biológicos y ambientales, tales como haber vivido violencia intrafamiliar, abusos sexuales, etc. lo que implica que la persona asocie el dolor o el poder con el placer y, por tanto, desarrolle un concepto del amor y de las relaciones insano. Esto es lo que se conoce como aprendizaje por modelado.

¿Qué es el masoquismo?

Es todo lo opuesto al sadomasoquismo, aunque ambas se consideran parafilias. En este caso, estaríamos hablando de personas que sienten placer en ser dominadas.

Sin embargo, al igual que hay diferencias entre sadomasoquiemos y sadismo, también las hay entre personas con tendencias masoquistas y masoquismo sexual. De hecho, no todas las personas masoquistas son masoquistas sexuales.

Privarnos de nuestra libertad para complacer a un tercero no es saludable y a la larga implica graves consecuencias como, por ejemplo, la muerte por asfixia erótica.

¿Por qué no es sinónimo de amor sano?

El psicoanalista alemán Fromm explicó que las conductas masoquistas y sádicas se pueden observar en perfiles dependientes. Personas que llevan a cabo este tipo de actitudes para hacer frente al miedo de quedarse solas.

Sin embargo, esto no es un amor y ni mucho menos sano. Son capaces de someterse a otra persona perdiendo su individualidad o bien manipular a un tercero, no por amor, sino por miedo a perderlo.

Además, nunca tienen suficiente por lo que con el tiempo sus comportamientos se vuelven más rígidos y extremistas.

Por lo tanto, a pesar de que muchas novelas como “50 sombras de Grey” intenten que empaticemos con este tipo de comportamiento e incluso que lo idealicemos, lo cierto es que no es una forma de mantener una relación sana y equilibrada.

Referencias: